Felicidades Krasy
Krasy,
jamás pensó que cumpliría los diecisiete años en una carretera de mala muerte,
mientras esperaba que algún viejo de mierda parara su coche para saciar su
apetito sexual. Nadie la iba a felicitar porque nadie sabía que día era, ni que
solo cumplía diecisiete. Aparentaba al menos uno o dos más. Suficiente para que
lo que hacía, fuese legal.
Su
profesión era como la de los futbolistas, llegas a una edad en la que ya nadie
te quiere. Pero a ella aún le quedaban años para eso. Había muchos clientes que
la querían. Se sentía desgraciada por ello.
Echaba
mucho de menos a su madre. Murió de pena. Su marido consiguió que así fuese.
Hizo que no valiese la pena luchar ni tan siquiera por sus hijos, le asesinó la
alegría y las ganas de vivir. Krazy fue feliz cuando su padre la vendió a esa
gente. No quería seguir viviendo en ese infierno y menos si ya no estaba su
madre. Ahora se preguntaba que era peor.
Veía
pasar los coches y deseaba que no parase ninguno. Quería estar sola mientras
pensaba las consecuencias de contar a alguien su edad o como había llegado
hasta allí. Si la venganza fuera su muerte valdría la pena. Si era dolor, había
que pensarlo mucho más. Castigo físico ya sabía lo que era, lo conocía desde
que nació. Pero esta gente no se contentaba con hostiarle para descargar odio
como hacía su padre. Querían que los golpes sirvieran de escarmiento y para
ello se empleaban a fondo. Paso una semana en cama con varias costillas y un
brazo roto. Jamás golpeaban en la cara. Nadie se paraba si había un labio
partido o un ojo morado. Creía que era más fácil acostumbrarse a esa vida que
cambiarla.
Krazy,
maldecía no aparentar la edad que tenía. Solo lo mucho que había sufrido ya le
ponía años encima. Felicidades Krazy. Ella misma se felicitaba con rabia. Nadie
lo iba a hacer. Desgraciadas felicidades Krazy.
Eres muy grande, espero q algún día vea todo esto publicado, enhorabuena, en este momento, si ezto fuese una carta estaría manchada con lágrimas... De verdad, felicidades...
ResponderEliminarMe ha gustado la sensibilidad que le has puesto, y la forma en que has ido contando las cosas poco a poco... Por desgracia esta es una realidad que se debería erradicar. Las mujeres no se merecen tener que vender su cuerpo, y mucho menos tener que soportar semejantes palizas.
ResponderEliminarEs triste que su padre la vendiera de esa forma. Muy triste.
Saludos.
¡Bravo! Una vez más me ha gustado lo escrito. Un trozo de realidad, un cachito de la vida pasajera de una persona. Un pedazo de crudeza que no es más que el día a dia de muchas personas que nos rodean. Un abrazo y felicidades.
ResponderEliminarTio, de nuevo los pelos de punta. Enorme,eres enormisimo... me gusta tu forma de escribir y de hacer al lector meterse 100% en la historia. Un abrazo.
ResponderEliminarMuy triste, pero cierto... Haces que te metas en la piel de esa persona. En fin, otra vez se me han vuelto a poner los pelos de punta, chapó. Mente privilegiada :)
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